Codo
El codo surge de la unión de tres huesos: húmero, cúbito y radio. La estabilidad del codo está dada por sus ligamentos y por la cápsula articular. Aunque a simple vista parezca una sola articulación, en realidad está conformado por tres articulaciones:
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Entre el húmero y el cúbito:
Permite doblar y extender el codo.
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Entre el húmero y el radio:
Distribuye las fuerzas de carga que soporta el codo.
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Entre el cúbito y el radio:
Permitir la pronación y supinación, es decir, llevar la palma de la mano hacia arriba o hacia abajo.
En estas articulaciones se encuentra un cartílago grueso que permite la absorción de la fuerza que pasa a través de él. Cuando existe una lesión en este cartílago, sea degenerativa o por trauma, se produce fricción entre los huesos del codo, causando dolor y rigidez. Lo mismo sucede cuando son dañados los tendones que permiten la movilidad del codo.
En caso de dolor inexplicable, sostenido y con presencia de entumecimiento y/o “hormigueo”, contusión severa, aumento de temperatura y limitación de movimiento o disminución de fuerza en la extensión y flexión del codo es necesario una consulta médica con el experto para establecer el diagnóstico y en consecuencia el tratamiento indicado, en general con una radiografía simple y un ultrasonido se estable la causa del problema en un 90 % de los casos. La mayoría de los casos pueden solucionarse con fisioterapia o medicamentos. Otros padecimientos requerirán cirugía de codo, la cual puede realizarse a través de las siguientes técnicas.